lunes, 20 de diciembre de 2021

THE STRYPES: INSTANTÁNEA DE UNA BANDA DE ROCK 'N' ROLL EN EL SIGLO XXI

El rock 'n' roll lleva ya más de medio siglo declarándose muerto, tanto por sus detractores como por sus músicos. Sin embargo, el género se ha reivindicado conforme avanzan los años gracias a bandas como The Strypes, manteniéndolo más vivo que nunca en pleno siglo XXI.

Personalmente, siempre recordaré 2013 como aquel año de vasto descubrimiento musical, cuando por fin, después de tres años obsesionado con The Beatles, empecé a aventurarme hacia nuevas oportunidades y en consecuencia, a conocer a bandas como The Strypes, con quienes aluciné al darme cuenta que unos quinceañeros como yo en aquel entonces debutaban con tanto éxito en la escena británica del momento.

Los orígenes del cuarteto toman lugar desde el pueblo de Cavan (Irlanda), cuando cuatro amigos de la infancia, entre ellos Ross Farrelly (frontman), Josh McClorey (guitarra y segundo al micrófono), Pete O'Hanlon (bajo y harmónica) y Evan Walsh (batería), se unieron para formar una banda que de la noche a la mañana pasaría a convertirse en la favorita de gente como Roger Daltrey, Elton John, Alice Cooper, Jeff Beck, Dave Grohl, Noel Gallagher, Miles Kane y el mismísimo Paul Weller.

A partir del año 2010 -y habiendo asentado su repertorio- Los Strypes empiezan humildemente como todos los grandes del rock tocando en pubs locales y moldeando su blues con toques de garage a partir de influencias como Chuck Berry, The Rolling Stones, The Beatles, The Yardbirds, Dr. Feelgood, hasta Arctic Monkeys. Toda esta amalgama de conocimiento musical da resultado a unos conciertos explosivos, los cuales le otorgaron un rápido ascenso y notoriedad al grupo en su natal Irlanda hasta terminar de conquistar todo lo ancho del Reino Unido.

Contando con una sólida base de fanáticos, The Strypes logran sacar el debutante EP Young, Gifted And Blue de forma independiente, un compendio de cuatro versiones del blues más propio del Delta y con herencia de Chicago como I Wish You Would (Billy Boy Arnold), Leaving Here (Eddie Holland), Got Love If You Want It (Slim Harpo) y You Can't Judge A Book By The Cover (Bo Diddley), esta última lanzada como sencillo.

Gracias al inesperado éxito del extended play en cuestión, distintas casas de discos empezaron a batallar por la custodia del grupo, hasta que, a sugerencia de Elton John, firmaran con su Rocket Management, filial de la novedosa Virgin/EMI Records, en diciembre de 2012.

En medio de un meteórico despegue hacia la fama como teloneros de bandas importantes, apariciones televisivas, sencillos promocionales y demás, los cuatro de Cavan grabaron en tiempo récord su primer larga duración bajo una eufórica colección de canciones originales y versiones de sus bluesmen favoritos, entre las cuales destacamos I Can Tell, Angel Eyes, Perfect Storm, Heart Of The City y Rollin' And Tumblin'.

Blue Collar Jane, Hometown Girls, What A Shame y Mystery Man fueron lanzadas como sencillos de este LP.

Snapshot (Virgin/EMI), editado en septiembre de 2013 y producido por el veterano Chris Thomas, supuso todo un suceso tras su lanzamiento, debutando en el segundo lugar de las listas de éxitos en Irlanda y alabado por unanimidad tanto del público como de la crítica especializada, quienes veían con entusiasmo una reproducción muy fiel del sonido en vivo que The Strypes buscaban capturar en esta grabación.

Ya para el siguiente año, tras una gira por numerosos festivales de verano y habiendo debutado en la televisión estadounidense con una incendiaria presentación en el Late Show con David Letterman (hasta tal punto de que el icónico presentador no pudiera contener la emoción al presentarlos), en paralelo, The Strypes sacan su segundo EP.

4 Track Mind (Virgin/EMI) sale en febrero de 2014, y aunque las cuatro composiciones aquí presentes muestran mayor inclinación hacia el hard rock, la premisa bluesera se mantiene intacta en temas como So They Say, I Don't Want To Know, Still Gonna Drive You Home y el sencillo Hard To Say No.

Y aun así, a The Strypes no los podía detener nadie, ni siquiera su ajetreado ritmo de vida como estrellas de rock, sobretodo a la hora de componer nuevas canciones para su segundo álbum de estudio, las cuales fueron concebidas en sus ratos libres. Sin embargo, para llevar el asunto al siguiente nivel, se pusieron en contacto con productores como Charlie Russell y Bradley Spence, cuya colaboración fue tan productiva que la banda se vio obligada a dedicarse expresamente al estudio de grabación, necesitando tan solo una semana para completar el material. Dichos productores, en palabras de la propia agrupación, les enseñaron nuevos conocimientos en cuanto a técnicas de grabación en el estudio y los motivaron a dedicar mayor atención a los detalles en lugar de apresurarse en plasmar un LP en tan poco tiempo.

Todo ello da resultado a una producción rica en matices que busca un salto de género, ambición y ganchos pop en temas como I Need To Be Your Only, Queen Of The Half Crown, (I Want To Be Your) Everyday, Cruel Brunette y Status Update.

Scumbag City, Eighty-Four, Get Into It y A Good Night's Sleep And A Cab Fare Home fueron editadas como sencillos de este álbum.

Little Victories (Virgin/EMI), lanzado en julio de 2015, muestra a Los Strypes rompiendo por completo con el pub rock añejo que tanto los distinguió en un principio para aventurarse a sonidos más contemporáneos como el indie rock. Y aunque el cambio sea un poco abrupto en una primera escucha, el cuarteto de Cavan logra presentar un disco mucho más variado y ¿por qué no?, arriesgado, llevándolos a alcanzar el primer lugar en las carteleras de éxitos muy a pesar de la tibia recepción de la prensa musical.

Posteriormente a la consecuente gira mundial en apoyo del disco y conquistando lugares tan remotos como Japón en el proceso, la agrupación se da a la tarea de componer nuevo material en sus respectivos hogares y presentarlo en una serie de recitales pequeños con el fin de ver la reacción de sus fans. Pero un buen día mientras grababan las maquetas iniciales en un estudio londinense, otro legendario productor se cruzó en su camino... Ethan Johns, hijo del veterano Glyn Johns, se convertiría eventualmente en el artífice detrás de lo que sería su siguiente propuesta musical.

Durante el otoño de 2016, Ross, Josh, Pete y Evan se dieron a la aventura con Ethan y su equipo para acudir al mítico Rockfield Studios (Gáles) a dedicarse de lleno y por primera vez sin interrupciones a las nuevas composiciones, las cuales, vieron a los cuatro de Cavan tomar una inclinación musical más orientada hacia el new wave, lo cual podemos evidenciar en temas como (I Need A Break From) Holidays, Grin And Bear It, Easy Riding, Get It Over Quickly y Black Shades Over Red Eyes.

Behind Close Doors, Great Expectations y Oh Cruel World fueron publicadas como sencillos de este disco.

Spitting Image (Virgin/EMI), editado en junio de 2017, supuso el tercer e inesperado último álbum de estudio de The Strypes, el cual, se complementa con una palpable sensibilidad por la melodía pop con aroma vintage, una producción mucho más cohesiva y un repertorio de canciones muy maduras y con mayor instrumentación que nacieron de un mayor esfuerzo colaborativo de todos los integrantes en lugar del habitual compositor Josh McClorey.

En soporte a este material, el grupo se embarcó en un lote de conciertos de gran envergadura, desde el BST Festival en el Hyde Park durante el verano hasta una gira mundial que fue documentada por el bajista Pete O'Hanlon en una serie de diarios fílmicos de 62 episodios.

Paralelamente mientras estaban en la carretera durante noviembre de 2017, se publica un tercer EP, Almost True (Virgin/EMI), el cual presenta descartes de las sesiones del LP anteriormente comentado, con un contraste notable en cuanto a sonido al mostrar el lado más punk del cuarteto en temas como How Could I Forget, Heavenly Soul, Freckle And Burn y la versión del clásico Summertime Blues.

Aun así, las favorables críticas en torno a los recientes lanzamientos se vieron eclipsadas por las desfavorables ventas de los mismos, lo cual, sumando las diferencias entre el cuarteto y su discográfica en cuanto a visión artística, motivaría a la prematura separación de la banda a finales del 2018 tras la cancelación de fechas por Estados Unidos meses antes. Poco después, McClorey se aventuraría en una carrera en solitario con un considerable éxito mientras que el resto de los integrantes se agrupan bajo el nombre de The Zen Arcade, un proyecto musical con podcast incluido.

The Strypes, en mi más humilde opinión, lideraron una breve pero decisiva revolución juvenil haciendo lo que mejor supieron hacer, tocando rock 'n' roll a la vieja escuela y demostrando en el proceso que el género nunca va a morir mientras su música se mantenga con vida. ¡Hasta la próxima roqueros!

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