lunes, 29 de enero de 2024

SVENGALI

Hay películas que, en algún momento determinado de nuestras vidas, nos marcan profundamente, haciéndonos sentir parte de la trama gracias a personajes con los que poder identificarnos. Svengali tal vez no sea la mejor película del mundo, pero aun así guarda un lugar muy importante en mi corazón.

En el Rincón del Roquero no sólo somos melómanos, también somos unos cinéfilos empedernidos, por lo que, al igual que la música sobre la que escribo, me gusta compartir con ustedes mis conocimientos en torno a filmes que representan mis particulares gustos artísticos. La película se llama Svengali y estamos por celebrar los diez años de una reliquia del cine británico actual.

ANTECEDENTES

Todo comenzó como un sketch en línea del actor y escritor galés Jonny Owen, cuyo talento atrajo patrocinadores que pudieron ver el potencial de convertir esta pequeña idea en una gran propuesta a través de la productora Root Films. De tal manera, Svengali fue concebida como una carta de amor a la música rock británica y a su cultura con John Hardwick en la dirección, quien añade sustancia al film en cuanto a su temática de nicho con la ayuda de un guión, actores y una banda sonora que rebasa los clichés a los que películas como esta suelen ser víctimas. El largometraje navega entre los vaivenes del mundo musical a manera de sátira con un reparto conformado por el ya mencionado Owen, la bellísima Vicky McClure, un divertido Roger Evans, el icónico Martin Freeman, un novato Michael Socha y el veterano Brian Hibbard en su último rol.

SINOPSIS

La trama gira en torno a Paul «Dixie» Dean, un tipo (tal vez muy) carismático del sur de Gales que parte a Londres junto a su novia Michelle tras descubrir en YouTube a una banda amateur (The Prems) que reavivó su sueño de ser representante de un grupo de indie rock al igual que lo hiciesen en su tiempo Brian Epstein (The Beatles), Malcom McLaren (Sex Pistols) y Alan McGee (Oasis), este último desempeñando uno de los muchos cameos dentro de la peli.

Una vez arribados en la capital rock 'n' roll del mundo, Dixie y Shell conocen a los integrantes, un cuarteto de músicos egocéntricos pero con un talento que los convertiría en la sensación musical del momento, en gran parte por la tenaz labor de un hombre que se embarca en un voyage absurdo con tal de ver a su banda triunfar, convenciéndolos de ser su mánager con una caja de cerveza y un apretón de manos.

Debido a la falta de experiencia, sus métodos de trabajo se basan en recorrer el barrio Soho a pie con un cassette del grupo para intentar conseguirles un contrato con el mejor postor. Eventualmente Dixie logra reservar un concierto para Los Prems que si bien acabaría en algo parecido a una de esas infames peleas de los hermanos Gallagher que, inexplicablemente, los catapulta como la próxima gran novedad según la revista NME y consiguen, paradójicamente, un recital para las afamadas sesiones en los estudios Maida Vale de la BBC.

Sin embargo, las cosas no fluirían económicamente en el noviazgo protagonista, por lo que, para poder pagar el alquiler de su flat londinense, Dixie sale en busca de trabajo en una tienda de discos llamada Don's Records, cuyo dueño (Don) se autoproclama un Mod en pleno siglo XXI cuando ya nadie recuerda a dicha tribu urbana, mirando con recelo al aspirante a vendedor por creerse uno de ellos al llevar puesta una parka que parece salida del armario de Liam Gallagher... Despedido, en bancarrota y abandonado por el amor de su vida, Dixie se ve en la peyorativa de tener que elegir entre la agrupación o Michelle, por lo que cede el cargo a su amigo (y ejecutivo discográfico) Horsey con tal de recuperar a su amada.

SOUNDTRACK

Esta película tiene lo indie escrito en todo su ADN con una banda sonora de calidad compuesta por Jake Bugg, Miles Kane, Mott The Hoople, The Stone Roses, Small Faces, Dexys Midnight Runners, The High Numbers, Big Star, entre otros... Con semejante lista, Svengali cumple su función de retratar lo que significa ser un fanático de la música pop británica al igual que el personaje principal, cuyas canciones entran a escena en algunos de los momentos más entrañables de todo el largometraje. Es difícil encontrar una peli tan entretenida, cuyas caracterizaciones estereotípicamente flemáticas son tan marcadas como el acento galés de los actores, pero es gracias a esta cautivadora trama que el film se sale con la suya, entusiasmando a su público desde que se estrenara a principios de 2014.

LEGADO

Svengali es una comedia-romántica que no se va a llevar ningún premio de la academia, no va a ser tu película de moda en Netflix ni mucho menos te vas a acordar de ella después de leer este artículo, pero es capaz de ganarse tu corazón al igual que se ganó el mío cuando era adolescente hace ya diez años. ¡Hasta la próxima roqueros!

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