domingo, 3 de diciembre de 2023

ELLIOTT SMITH

En la historia del rock siempre vamos a escuchar acerca de artistas torturados hasta el punto de convertirse en un cliché, pero a pesar de dicho estereotipo, muy pocos tienen la audacia de convertir su sufrimiento en un lenguaje tan universal como lo hiciera Elliott Smith.

Steven Paul Smith, en su breve estadía entre los mortales, fue lo más parecido a una estrella fugaz dentro del mundo de la música popular, un eterno adolescente retraído, melancólico y sensible que expresaba su dolor a través de canciones de carácter confesional que, para muchos de nosotros, se han convertido en un refugio donde poder transitar nuestro propio caos personal.

Nacido el 6 de agosto de 1969 en Nebraska, criado en Texas y finalmente establecido en Portland, este músico estadounidense, a pesar de una difícil niñez a raíz del divorcio de sus padres, se convirtió en un prodigio de la guitarra, el piano, la batería, el bajo y la armónica. Una vez establecido con su padre biológico tras desprenderse del nido materno en el que se encontraba un abusivo padrastro, Smith, formando parte de bandas como Heatmiser en el ínterin, comienza a experimentar en solitario con una grabadora de cuatro pistas para la elaboración de unos demos acústicos en baja fidelidad con títulos como No Name #1, No Name #2, No Name #3, No Name #4 y por supuesto, Kiwi Maddog 20/20.

El tema homónimo, Condor Ave y Last Call son algunos de los sencillos.

Roman Candle (Cavity Search) fue publicado en julio de 1994 como una rudimentaria cinta casera contando principalmente con la voz de Elliott con efecto double-tracking y su guitarra acústica con la técnica finger-picking entonando letras desoladoras en las que retrata un universo con diferentes personajes que reflejan la depresión en numerosas vertientes.

Luego de emprender sus primeros conciertos en recintos como el Umbra Penumbra, gracias a su amiga Mary Lou Lord formaría parte de la parrilla del sello independiente Kill Rock Stars Records para llevar a cabo su siguiente trabajo con temas más oscuros e hipnóticos como Christian Brothers, Coming Up Roses, Alphabet Town, St. Ides Heaven y The Biggest Lie.

Needle In The Hay, el único sencillo, se popularizó posteriormente en el filme The Royal Tenenbaums de Wes Anderson.

Este álbum homónimo (Kill Rock Stars), lanzado en julio de 1995, es una continuación lógica de su antecesor, sólo que esta vez se consigue un estilo musical mucho más característico que le otorga cierta homogeneidad al disco. Muy a pesar de su escueta auto-producción, siguen siendo el registro vocal susurrante de Elliott Smith, sus mínimos instrumentos bucólicos y contundente lírica las principales protagonistas.

Tras una serie de toques en tiendas de discos locales, durante el siguiente año, junto a Tom Rothrock como productor, se daría un paso adelante en este viaje musical con su mejor colección de canciones hasta la fecha, las cuales incorporan mayor instrumentación en boga de un sonido más representativo de su talento multi-instrumentista como Alameda, Pictures Of Me, No Name No. 5, Punch And Judy y Cupid's Trick.

Speed Trials, Ballad Of Big Nothing, Between The Bars, Angeles y Say Yes fueron sencillos de mayor popularidad.

Editado en febrero de 1997, Either/Or (Kill Rock Stars) es un retrato tanto musical como lírico de una ciudad que vio a su autor reflexionar en torno a su naturaleza existencialista, lo cual fue el catalizador para Gus Van Sant a la hora de ficharlo para su película Good Will Hunting, cuya banda sonora contiene algunos temas de este álbum y un nuevo sencillo que sería nominado a los Oscar del siguiente año... Estamos hablando de Miss Misery.

«Soy el tipo de persona equivocada para ser realmente grande y famosa».

¿Alguna vez han tenido esa sensación de no encajar en este mundo? Bueno, así se sintió Elliott Smith con su ahora icónico traje blanco al interpretar dicha canción en la gala de los Premios de la Academia más vista en la historia... Poco después, DreamWorks Records le ofrecería una propuesta que no podría rechazar al poder emplear estudios de grabación profesionales como un instrumento más, contando con la producción de Rob Schnapf en composiciones como Sweet Adeline, Pitseleh, Waltz #1, Bottle Up And Explode y Everybody Cares, Everybody Understands.

Waltz #2 y Baby Britain fueron los dos únicos sencillos.

XO (DreamWorks) vio a luz en agosto de 1998 como un punto de inflexión que marcaría para siempre la vida del cantautor. Ahora bajo las directrices de una multinacional, su visión artística no se vería comprometida, sino todo lo contrario, ya que los surcos adquieren un tratamiento con arreglos de cuerda y armonías vocales como si se tratase del Quinto Beatle. En cuanto al aspecto lírico, Elliott, con una ganada reputación de potencial suicida, expresa aquí sus inquietudes personales ante cualquiera que estuviera dispuesto a oírle... En este caso, unas 500.000 personas.

Luego de emprender su primera gira eléctrica que lo llevaría a presentarse en programas de televisión nacionales, Smith, recién mudado de Nueva York a Los Ángeles, contaría con una cantidad de temas más coloridos que lo verían desarrollarse como un músico sorprendentemente versátil, abarcando desde el folk hasta el power pop en Somebody That I Used To Know, Everything Means Nothing To Me, Stupidity Tries, Pretty Mary K y Can't Make A Sound.

Happiness, L.A y Son Of Sam fueron sencillos más comerciales.

Figure 8 (DreamWorks), publicado en abril del año 2000, es la obra maestra de Elliott Smith, un discazo tan opulento como el Álbum Blanco de Los Beatles en el que nuestro protagonista pudo finalmente grabar en los estudios Abbey Road (Londres) junto a Jon Brion como colaborador, quien motivaría a su amigo a escribir letras con mayor optimismo y a componer en el piano principalmente.

Mientras su carrera parecía ir viento en popa, la felicidad parecía estar en otra órbita, puesto que la depresión con la que había luchado toda su vida empeoró a tal punto de convertirlo en un yonqui, reflejando un bloqueo creativo del cual no saldrían nuevas canciones por un tiempo... A pesar del espiral auto-destructivo que motivó a Elliott a romper lazos con sus representantes en DreamWorks Records, un centro de rehabilitación pudo mantenerlo limpio de sus adicciones lo suficiente como para poder registrar experimentos como Coast To Coast, Strung Out Again, King's Crossing, A Passing Feeling y Little One.

Pretty (Ugly Before) fue el sencillo de representación.

From A Basement On The Hill (Anti-) fue editado póstumamente en octubre de 2004, un año tras el suicidio (¿o asesinato?) de Smith, quien desafortunadamente no pudo completar lo que él planeaba fuese un álbum doble, reducido a quince composiciones que fueron producidas por David McConnell como un abrasivo testamento musical con líricas fulgurantes que aluden a lo morboso de la dependencia, la soledad y el desamor.

Veinte años más tarde y aun con el estigma de un torturado artista, la influencia de Elliott Smith en las nuevas generaciones se ha convertido en su mayor legado, inspirando a muchos a expresar sus pesares con la misma audacia que lo hiciera él en vida. ¡Hasta la próxima roqueros!

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