domingo, 16 de febrero de 2020

DAVID BOWIE: CHANGESTHREEBOWIE

Una joven estrella llamada David Bowie, comenzando su carrera musical, se erige como uno de los más importantes y genuinos músicos no solo durante los años setenta, sino durante los ochenta, los noventa y ya en pleno siglo XXI, se convierte en toda una leyenda.

Como he ido comentando a lo largo de esta ya «Trilogía de Bowie», es irrefutable el hecho de que fue y sigue siendo uno de los artistas más innovadores del rock 'n' roll. Es evidente que cada álbum de David Bowie ha sido participe de diversos estilos y de una evolución tanto artística como personal, desde el pop inofensivo de su debut (1967), el folk psicodélico de Space Oddity (1969), el hard rock de The Man Who Sold The World (1970), el art pop de Hunky Dory (1971), hasta el glam de Ziggy Stardust (1972).

Durante la primera mitad de la década de los setenta, Bowie aniquila a Ziggy, su personaje más cautivador, el cual casi acaba con él, por lo que se convierte en un mito y los posteriores, en una extensión de este, como Halloween Jack durante el orwelliano Diamond Dogs (1974). Sin embargo, más adelante, David entra de lleno en el plastic soul con Young Americans (1975), redefiniendo su sonido cada vez más hacia el eclecticismo con Station to Station (1976).

La famosa Trilogía de Berlín supondría un punto de inflexión significativo en su carrera con elepés como Low y "Heroes" en 1977, bajo un sonido art rock en la primera cara y una segunda compuesta por piezas instrumentales con Brian Eno como artífice y colaborador. Lodger (1979), supondría un trabajo menos relevante que buscaba abarcar diversos patrones rítmicos propios del world music.

Ya empezada la siguiente década, David Bowie toma todo lo aprendido y le da un giro a su carrera con Scary Monsters (and Super Creeps) en 1980, logrando un mejor impulso comercial y artístico al mismo tiempo. Si bien durante el par de años siguientes, se tomaría un hiato para explotar otras formas de hacer arte, tanto en Broadway con The Elephant Man, como en largometrajes como The Hunger (1982) y Merry Christmas Mr. Lawrence (1983).

La cosa empezaría a cambiar el día en que Bowie conociera a Nile Rodgers (Chic), optando por este y no por su habitual Tony Visconti para sorprender al mundo con nueva música. Adoptando el dance pop y el funk más bailable, este dúo dinámico elabora un repertorio de canciones descaradamente accesibles como Without You, Ricochet, Criminal World, Cat People y Shake It.

Durante las grabaciones del álbum, Bowie también encontró tiempo para aprender un poco de boxeo, evidenciado en esta icónica portada de Mike Haggerty.

Con Let's Dance (EMI Records), lanzado en abril de 1983, David elaboró su álbum más comercial, el cual le valió una enorme popularidad, recogiendo un cúmulo de sonoridades de factura pop y con ritmos tan pegadizos como para convertirse en su trabajo mejor vendido hasta la fecha, de la mano de sencillos muy conocidos como el tema titular, China Girl y Modern Love.

Tras finalizar su afluente gira Serious Moonlight, Bowie decidió continuar el éxito de este trabajo a la hora de emprender el siguiente con otro repertorio de canciones de fácil escucha para todo público pero que no encuentran un gancho melódico decisivo, como por nombrar Don't Look Down, God Only Knows, Tonight, Neighborhood Threat y Dancing With The Big Boys.

Haggerty, el encargado de diseñar la portada del disco anterior, corrió a cargo de esta, en la cual vemos a David azulado bajo una pintura al oleo.

Tonight (EMI Records), se lanzó en septiembre de 1984, no logrando causar el mismo impacto que su antecesor y suponiendo un trabajo irregular que dependió mucho de colaboraciones, versiones de otros artistas y poco material original. Sin embargo, sencillos como Blue Jean y Loving The Alien se erigen como clásicos de culto para los más acérrimos fans de Bowie.

Durante mediados de la década de los ochenta, David Bowie se presenta en el famoso concierto benéfico Live Aid y lanza una versión de un tema soul de antaño, Dancing in the Street, a dueto con Mick Jagger. Por otra parte, siguió dedicándose a la actuación en películas como Labyrinth y Absolute Beginners, ambas de 1986.

Paralelamente a esto, y con una legión de músicos como Peter Frampton a su lado, David se pone a trabajar en un nuevo proyecto, buscando regresar a sus raíces para sacar a relucir canciones en una vertiente más roquera como Zeroes, Glass Spider, Shining Star, Bang Bang y When The Wind Blows.

La portada del LP muestra a Bowie rodeado de objetos representativos en cada canción.

Never Let Me Down (EMI Records), editado en abril de 1987 y co-producido por David Richards, no es uno de los álbumes más recordados de David Bowie. Muy a pesar de contener sencillos competentes como Day-In Day-Out, Time Will Craw y la canción homónima, no se logró algo perdurable con este trabajo y tras la pomposa gira que lo representó, el propio David se referiría a esta etapa de su vida como «sus años a lo Phil Collins».

Un par de años más tarde, buscando rejuvenecer su carrera, Bowie forma la agrupación Tin Machine junto a Reeves Gabrels (guitarra), Tony Fox Sales (bajo) y Hunt Sales (batería), emprendiendo un papel menos protagónico en una banda precursora del grunge. Sin embargo, tras tres años y con dos álbumes de estudio a su nombre, se separan a causa de diferencias artísticas a principios de la siguiente década.

David comenzó los años noventa de la mano de una nueva gira, Sound+Vision, repasando sus grandes éxitos y a la par, contrayendo nupcias junto a la súpermodelo Iman. Todo esto le otorgó la confianza necesaria como para aliarse nuevamente a Nile Rodgers y elaborar su primer álbum de estudio en seis años. Influenciado por géneros como el acid jazz, David utiliza canciones tanto propias como de otros artistas para darle una banda sonora a su reciente historia de amor en You've Been Around, Nite Flights, Don't Let Me Down & Down, I Know It's Gonna Happen Someday y The Wedding Song.

Retratado por Nick Wright, David se muestra más elegante que nunca.

Con Black Tie White Noise (Arista Records), lanzado en abril de 1993, David Bowie se ve plenamente renovado por una producción mucho más contemporánea, la cual le llevó a alcanzar el primer lugar en el UK Album Charts gracias a sencillos como Jump They Say, el tema titular y Miracle Goodnight.

Si bien, ya por aquella época, David retomó contacto con otra vieja amistad, ya que Brian Eno fue uno de los invitados a su boda, y la chispa perdida a fines de los setenta volvió a encenderse aquella tarde...

Establecidos en los Mountain Studios (Suiza), al lado de músicos como Carlos Alomar, Reeves Gabrels y Mike Garson, esta colaboración consistió méramente en la improvisación, dejando el ámbito lírico bajo entrevistas realizadas a pacientes del psiquiátrico Gugging (Austria), como bajo la creación del personaje Nathan Adler, un detective criminal con mirada hacia el arte.

Encontramos un rock industrial calculado junto a sonidos más electrónicos con una perspectiva futurista en composiciones como Outside, I Have Not Been To Oxford Street, No Control, The Vogeur Of Utter Destruction y Thru' These Architects Eyes.

La portada fue hecha a partir una litografía del propio Bowie, perteneciente a su amplia colección de arte privada y altamente valuada.

1. Outside (Arista Records), iba a ejercer la primera parte de una trilogía de trabajos experimentales con Eno, una idea desechada que desembocó en quizá el más denso y complejo de David Bowie en toda su trayectoria. Tras ser lanzado en septiembre de 1995, este LP conceptual abarca una temática en torno a un fin de siglo distópico en el cual las canciones del disco sirven de hilo conductor de cada movimiento del detective en cuanto a su investigación, y a pesar de su poca viabilidad comercial, sencillos como The Hearts Filthy Lesson, Strangers When We Meet y Hallo Spaceboy suponen lo más comercial de esta obra maestra.

Si bien, tras finalizada la gira del álbum previamente comentado, Bowie estaba tan inmerso en el boom del drum&bass que había encontrado la motivación suficiente como para grabar otro en tan poco tiempo. Las nuevas composiciones acá eran de carácter más techno y bebían mucho de estilos como el novedoso jungle, entre ellas están Looking For Satelites, Battle For Britain, The Last Thing You Should Do y Earthlings on Fire.

Esta chaqueta de estilo Union Jack fue diseñada por el afamado Alexander McQueen.

Earthling (Virgin Records), lanzado en febrero de 1997, muestra a un terrícola de mediana edad abrazando el drum&bass, la electrónica e incluso el techno para innovar su sonido de una forma que pocos imaginaban en su momento, lo cual notamos de la mano de sencillos como Telling Lies, Little Wonder, Dead Man Walking, Seven Years In Tibet y I'm Afraid Of Americans.

Tras haber celebrado su medio siglo de vida en el Madison Square Garden al lado de gente como Billy Corgan (Smashing Pumpkins), Dave Grohl (Foo Fighters), Lou Reed - entre otros, David Bowie, tarde o temprano, se cansaría de seguir las modas en lugar de crearlas y abandonaría esta fase para regresar a lo básico.

Durante 1999, el tándem Bowie/Gabrels trabajarían en la banda sonora del vídeojuego Omikron, pero la relación entre ambos comenzaba a deteriorarse una vez las sesiones de grabación se gestasen.

En busca de una producción más cuidada, David no teme por querer sonar reflexivo ni mucho menos nostálgico, como por arriesgarse con la experimentación en temas como Something In The Air, If I'm Dreaming My Life, What's Really Happening, The Pretty Things Are Going To Hell y The Dreamers.

En esta portada diseñada por Rex Ray, vemos como en una habitación futurista, un angelical y jovial David tiene en brazos a un cansado y moribundo Bowie.

'Hours...' (Virgin Records) es quizá el álbum más intimo de la carrera de David Bowie. Lanzado en octubre de 1999, fue uno de sus lanzamientos menos valorados, pero fue el primero de un artista de renombre en descargarse gratuitamente y ello gracias a la decisiva función de sencillos como Thursday's Child, Survive y Seven. En ese mismo año, el artista recibe un doctorado en el Berklee Collage of Music por sus logros en el mundo de la música.

Tras una triunfante presentación en el festival de Glastonbury en 2000 y el nacimiento de su primera hija, David volvió a conectar con su pasado, y Tony Visconti formaba parte esencial de dicho pasado, tanto como para querer elaborar un álbum que incluiría versiones actualizadas de canciones antiguas y nuevas composiciones a su vez, pero por problemas con la discográfica, este proyecto se vio trucado. Sin embargo, la mayoría de los temas recientemente escritos darían cimento a su próximo álbum de estudio.

David no se deja abatir tras esto, apostando por lo seguro con un sonido de rigor clásico lleno de matices en canciones como Sunday, Slip Away, I Took a Trip On a Germini Spaceship, I Would Be Your Slave y 5:15 The Angels Have Gone.

En esta portada diseñada por Jonathan Barnbrook, percibimos a un Bowie robotizado pero más terrícola que nunca.

En junio de 2002, el mundo sabía que David Bowie regresaba decisivamente con Heathen (ISO Records). Bajo la producción pulcra pero dinámica de Visconti y junto a invitados colaboradores como Dave Grohl, Pete Townshend - entre otros, nuestro ídolo nos presenta un LP brillante apoyado por sencillos de alta calibre como Slow Burn, Everyone Says 'Hi' y I've Been Waiting For You.

Luego de la consecuente gira, Bowie y Visconti elaboran el sucesor de aquel álbum tan exitoso, llevando el sonido roquero a un nivel más accesible en temas compuestos en paralelo a los anteriores como The Loneliest Guy, Looking For Water, Days, Fall Dog Bombs The Moon y la homónima.

Este diseño, a cargo nuevamente por Barnbrook, intenta reflejar un poco la personalidad de David Bowie en su momento.

En Reality (ISO Records), editado alrededor de septiembre de 2003, podemos escuchar un rock 'n' roll más directo, menos sugerente pero muy sólido en todo momento. A pesar de permanecer bajo la sombra de su aclamado antecesor, supuso otro éxito con sencillos como New Killer Star y Never Get Old de soporte.

Llevando este trabajo de gira mundial, Bowie encontró al público a su favor en cada concierto en el que se presentó, sin embargo, a mediados de 2004, un fan le lanza al ojo un chupete que le supone un contratiempo en pleno recital y un desagradable recuerdo posteriormente. Y por si eso fuera poco, a la siguiente semana, en otro festival, David es victima de un ataque al corazón, conllevando una cirugía urgente y la cancelación de las restantes fechas con efecto inmediato, lo cual derivaría en una reclusión de la vida pública de casi una década...

Lo sorprendente fue cuando Bowie, el día de su sexagésimo sexto cumpleaños, anunció su primer trabajo discográfico en 10 años, grabado bajo total confidencialidad y ante la sorpresa de todo el mundo.

Repasando musicalmente toda su carrera en un repertorio de temas heterogéneos, nos encontramos ante un álbum sorprendentemente cohesivo con canciones como Dirty Boys, I'd Rather Be High, Boss Of Me, Dancing Out In Space y (You Will) Set The World On Fire.

Con una minimalista pero inteligente portada de Jonathan Barnbrook, Bowie mira en retrospectiva su propia obra.

En marzo de 2013 se lanzaba The Next Day (ISO Records), un regreso de David Bowie con su álbum más autorreferencial y en plenitud de facultades, aclamado por la crítica y el público de forma unánime, posteriormente nominado a los premios Grammy, los Mercury Prize y a los Brit Awards. Sin embargo, David decidió alejarse de la promoción del disco, aunque si realizó una serie de vídeos musicales para sencillos como Where Are We Now, The Stars (Are Out Tonight), The Next Day y Valentine's Day.

Durante el siguiente año, a David le diagnostican un cáncer de hígado que cambia el panorama de su vida de ahí en adelante, pero aun así, se puso en contacto con Donny McCaslin y su cuarteto para participar en su próximo y más soñado proyecto: un álbum de rock tocado por músicos de jazz.

Trabajando un sonido avant garde hasta llegar a tramos experimentales y jazzísticos, composiciones como 'Tis A Pity She Was A Whore, Sue (Or In A Season Of Crime), Girl Loves Me y Dollar Days se convirtieron en el canto de cisne para una carrera musical que luchaba por mantenerse con vida. Si bien para diciembre de 2015, David cumple su sueño de realizar una obra de Off-Broadway, pero para ese entonces su condición era terminal y le quedaba muy poco tiempo como terrícola.

Otra enigmática portada adecuadamente diseñada por Barnbrook.

★ Blackstar (ISO Records), lanzado el 8 de enero de 2016, supuso el final que nunca pudimos asimilar, nadie logró dar cabida en aquel par de días de que David Bowie reflexionaba sobre su propia mortalidad en esta obra. Muy a pesar de su trágico legado, supuso un trabajo a la altura del mito, aclamado de forma unánime y llegando al puesto no. 1 en países de todo el mundo, así como ganando el premio Grammy en diversas categorías de manera póstuma gracias al nuevo significado que sencillos como la canción titular, Lazarus y I Can't Give Everything Away habían cobrado.

Un año tras estos eventos, se edita el EP No Plan (ISO Records), con algunas de las últimas canciones compuestas por Bowie como When I Met You y Killing a Little Time, por ejemplo.

El 10 de enero de 2016, David Bowie dejó de ser un mortal para convertirse en una estrella negra. Sus canciones seguirán resonando en todo el mundo, y sobretodo en las estrellas, ya que si hay algo que tiene que quedar claro tras esta trilogía de reseñas, es que David Robert Jones siempre fue un hombre de las estrellas. ¡Hasta la próxima roqueros!

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